Hace cuatro años dimos un vuelco al tablero de juego de Oviedo, demostrando que la gente común puede mostrar más responsabilidad con su ciudad que los partidos políticos viejos. A pesar de las malas artes de la FSA, que querían impedir el desalojo del gobierno del PP corrupto y sus políticas, dimos ejemplo de generosidad por el bien común, por higiene democrática. Después de este acto, inédito en política, decidimos embarcarnos en la aventura de un gobierno de cambio, afrontando con muchísima responsabilidad la tarea encomendada por la ciudadanía. Dimos la Alcaldía al PSOE sin pedir nada a cambio y negociamos luego el diseño de un gobierno para tratar de remunicipalizar concesiones, hacer políticas públicas dirigidas a atender las necesidades de la mayoría, y diseñar una ciudad más sostenible, amable, participativa y justa. Echo la vista atrás, veo cuánto hemos hecho, y me siento orgullosa de aquella decisión. Quisimos hacer más pero teníamos que pagar la deuda y los pufos del PP, más de 105 millones de euros. Devolvimos a la gestión pública directa la recaudación de los impuestos municipales, ahorrando casi 5 millones de euros a las arcas públicas, triplicamos el gasto en becas de educación, creamos más servicios públicos y devolvimos la dignidad a otros, como el albergue de animales. Luchamos contra la desesperanza con planes de empleo creando más de 2.500 puestos de trabajo yconseguimos fondos europeos para un Oviedo de futuro, sin contaminación, más verde y amigable. Oviedo es una ciudad mejor que hace cuatro años.
No nos lo pusieron fácil. Las resistencias, dentro y fuera del gobierno, han formado parte de nuestro día a día. Gobernamos con algunos compañeros que demostraron que no les importaba el futuro del concejo y sí el por interés personal. Gestionamos una administración con normas injustas, con la poca colaboración del gobierno autonómico a pesar de ser del mismo signo político que la alcaldía, incluso en los últimos momento con el central. Fue difícil luchar contra las campañas de desprestigio a que nos vimos sometidos a todo tipo de ataques que han incluso afectado a lo personal, pero teníamos claro que no queríamos ceder a las presiones, por dignidad y limpieza democrática. Evidentemente no fue suficiente.
Los cuatro años que vienen van a ser duros para Oviedo. Se está viendo en todos los sitios de lo que son capaces estos felices aliados. El peor PP, el más retrógrado, viene de la mano de la fuerza política más oportunista, que es Ciudadanos, el partido de la indefinición, del corta-pega y del todo vale con tal de rascar poder. Dicen que vienen a regenerar el ayuntamiento, ¿con el PP? No nos tomen el pelo. A ellos les pregunto, ¿qué van a hacer cuando el Tribunal de Cuentas determine que si hay responsabilidad por alcance contable en el asunto de Villa Magdalena? ¿Qué van a hacer ustedes cuando llamen a sus socios de gobierno a declarar por las Tarjetas Blue? ¿Comprarán su silencio con los negocios que han venido a hacer aquí? Escuchen el silencio ¿O cambiarán de bando? Alfredo Canteli es un paracaidista en manos del Partido Popular, y está dispuesto a cualquier cosa con tal de ser Alcalde. Conocemos perfectamente ese perfil de persona. Es sabido en toda la ciudad que dimitió como candidato, que tuvo dos pataletas y que ni consiguió lo que quería ni tuvo la fortaleza de dimitir. Ya ha demostrado antes de empezar lo que es, un hombre en manos de aquellos que vuelven dispuestos a hacer lo que mejor saben: saquear lo público. Por otro lado, hemos visto a un PSOE cuya ambición hace que olvide sus principios progresistas, incumplidor de promesas, que busca alianzas con quienes representan a las élites, a los poderosos. Resulta sintomático que el único problema para que fructificasen las negociaciones entre PSOE y Ciudadanos no vino por ninguna diferencia programática, sino de una única línea roja por parte del PSOE: no entregar la Alcaldía. A eso se reduce todo: poder y puestinos.
Vamos a estar en la oposición y vamos a dejarnos la piel. Vamos a permanecer siempre vigilantes, mucho, como hicimos en el gobierno y no nos vamos a callar. Un gobierno del Partido Popular es malo para Oviedo y no nos fiamos ni un pelo de Ciudadanos, la fuerza política por la que apostó el PSOE de Oviedodesde hace ya bastante tiempo. Se lo decimos hoy a los socialistas de corazón: la hoja de ruta del PSOE pasaba por un pacto con Ciudadanos. El tiempo nos dio la razón. Hoy asistimos también a la plasmación de la hoja de ruta personal de Wenceslao López, que desde la Alcaldía ha hecho oposición a las medidas más progresistas de su propio gobierno porque no está interesado en llevar a cabo la transformación y mejoras que Oviedo necesita. Desenlace señores y señoras del Partido Popular no nos van a parar. Somos Oviedo forma parte del movimiento municipalista del cambio. Nos vamos a rearmar. Ya lo estamos haciendo en todo el país. En cada calle, en cada barrio, tenemos base social y el trabajo iniciado en muchos frentes seguirá, estamos en los centros de salud, en los coles, en la universidad, en los centros de trabajo, y desde ahí seguiremos abriendo las grietas de un sistema injusto para colarnos y cambiarlo. Pensaban que éramos flor de un día, que íbamos a desaparecer y demostramos que no. Estos tres concejales van a duplicar sus fuerzas para seguir haciendo lo que hemos hecho durante estos cuatro años: defender el interés general. Nos hemos quedado solos en la institución en esa tarea. Por eso presentamos candidatura a la alcaldía. Apelamos al votante socialista de Oviedo. Que vio con sonrojo como el PSOE elegía a Ciudadanos como socio de gobierno. Que sepa que nos tiene aquí, como única garantía de volver a recuperar un gobierno de cambio y progresista.Creemos que juntos tenemos la obligación de hacer una oposición responsable. Somos la única fuerza que va a seguir apostando por el cambio y escuchando a los vecinos y vecinas de Oviedo. Gracias enormes a toda la gente que nos da aliento todos los días en la calle. Seguimos.